A mi querida Mariana
la musa elegida
la que siempre esta presente
la que amo por ser ella
ansío las tardes en sus brazos
escuchar la lluvia
sonreír, tomar café
brazos al tibio cuerpo
Aun siento las ganas
aun veo signos del delirio
y la distancia que no aminoro
brazos al tibio cuerpo
Gardenias al amanecer
a la tarde lo antiguo, venerable
a la noche el ave muerta
amanece de nuevo
un lucero, la amada por Dios
brazos al tibio cuerpo
Toco al cielo la guitarra
Lauro a ti, Elegida
voz caribeña, dulces sonidos
las tardes en sus brazos
Sabines en su oído
brazos al tibio cuerpo
Pienso en lo que soy
lo que tengo
música en los dedos
poesía en las manos
tintero del corazón
El que ama el corazón
de la elegida Lucero de tres luces
brazos al tibio cuerpo
Y al final solo al final
mi cuerpo desea,
mi voz a su oído
y el deseo de mis
brazos al tibio cuerpo
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