4 dic 2011

Una buena reflexión

El hombre no vive unicamente su vida personal como individuo, pues también, consciente o inconscientemente, participa de la de su época y de la de sus contemporáneos. [...] El individuo puede idear toda clase de objetivos personales. de fines, de esperanzas, de perspectivas, de los cuales saca un impulso para los grandes esfuerzos de su actividad; pero cuando lo impersonal que le rodea, cuando la época misma, a pesar de su agitación, está falta de objetivos y de esperanzas, cuando se revela secretamente desesperada, desorientada y sin salida, cuando a la pregunta planteada, consciente o inconscientemente, pero al fin planteada de alguna manera, sobre el sentido supremo del más allá de lo personal y lo incondicionado, de todo esfuerzo y de toda actividad, se responde con el silencio del vacio, este estado de cosas paralizará justamente los esfuerzos de un carácter recto, y esta influencia, más allá del alma y de la moral, se extenderá hasta la parte física y orgánica del individuo. Para estar dispuesto a realizar un esfuerzo considerable que rebase la medida de lo que comúnmente se practica, sin que la época pueda dar una contestación satisfactoria a la pregunta "¿para qué?", es preciso un aislamiento y una pureza moral que son raros y una naturaleza heroica o de vitalidad particularmente robusta.

Thomas Mann, La montaña mágica

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